Mi querido y nunca olvidado amigo:
Decía Fernando Pessoa que si el corazón pudiera pensar se pararía. Yo lo considero, dentro de la metáfora literaria, como una certeza. ¿Dónde estás? Descabalgo de mis ensoñaciones y es entonces cuando te busco y no te encuentro. Ahí me detengo.
Es verdad, como te dije hace días, que a veces te cruzas con alguien en tiempos diferentes. En ese espacio que lleva a muchos lugares no existe mediana. Puedes retroceder, dar la vuelta o adelantar al que te antecede. Esas maniobras no restan puntos y lo sabes…tu también. Te he devuelto la frase publicitaria que me escribiste el lunes pasado cual diabólico boomerang. Perdóname.
Dentro de poco te haré un regalo con el que espero sorprenderte más aún que el verano pasado, si me dejan. Pueden pasar dos cosas, que te agrade- cosa que espero suceda- o que me des un portazo como el del otro día.
A veces tengo la sensación de que poco a poco me voy despidiendo y que la puerta está algo entornada, pero ha permanecido así ya muchos años…¿12? ¿13? El tiempo como el cielo de este verano…es algo imperfecto.
Mis dedos están locos esta noche. Solo me salen frases deshilvanadas y pensamientos sin sentido. Trato de poner las palabras en orden y tan sólo acierto a recordar lo que dice mi querido Antonio Gala que solo se tiene de verdad lo que se ama y lo que se da, que ser amado es sólo una consecuencia. Verdad incuestionable.
Sigue con salud. Frase de Séneca en sus Cartas a Lucillio que siempre tendré in mente por ser de los primeros escritos que nos cruzamos teniendo a este filósofo como pretexto.
Un beso. Buenas noches.
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