«El lenguaje es una piel.
Es como si tuviera palabras a modo de dedos,
o dedos en la punta de mis palabras»
(“Fragmentos de un discurso amoroso”) Roland Barthes
Puede ser que lleves algo de razón. Hay demasiado ruido ahí fuera que a veces no me permite escuchar con claridad. Sentirlo todo sutilmente a veces nos vuelve indiferentes, esas sensaciones por llegar al alma que aún permanecen en el embrión y que son incongruentes con momentos mágicos y emociones perdidas. Pero los sonidos me llegan, me emocionan y sobre todo me entristecen, pero no puedo hacer más que lo que hago, escribir, que es una forma más de escuchar.
No puedo entender que no lo comprendas, pero para entristecimiento mío es como esperar que surjan maravillas de un paisaje quemado y tú lo estás por causas ajenas a ti, ya lo sé.
No te digo más que lo que tu piensas que voy a decir…¿cómo podría yo enfriar semejante incendio? No lo sé, solo te pido que no te quedes anclado en la desidia que yo limpiaría con mil soplos de entusiasmo.
Y mientras libero mi alma del peso de mis secretos, te escribo aunque pienses un día más que mi sintaxis equivale a equivocarme y a no estar contigo, que lo estoy.
Buenas noches con el beso escrito que siempre estará ahí para escucharte.
Hace un momento,ecdm, puse … amor incondicional. Es cierto, es hermoso, vibrante, constante … envidia.
Un abrazo y feliz noche, amiga
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