Un agujero en el bolsillo


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No diré que fue así, así, pero casi. Aquella mañana había madrugado y el tiempo, ese que siempre está ahí menos cuando se va, me dio la oportunidad de ir a ver salir el sol allí en la roca del espigón de Levante. Él siempre me había dicho que, si algún día me decidía volver, me esperaría en aquel lugar.

El olfato es una vista rara. Yo lo olí, él no estaba. Pensé que la ausencia lejos de deformarse por sus circunstancias y dar de sí, encogería y aparecería en breve. No fue así.

Y todo el espacio se detuvo, se expandió el silencio, los remolinos del mar sortearon las rocas a modo de danza sensual bajo el sol del amanecer. Y la espera se me tornó larga, y me impacienté, y me pregunté y no quise presuponer, y mil conjeturas hice que no me llevaron a ningún sitio.

Y el saludo al sol se quedó encajado entre mis manos durante horas. Cuando el día empezó a desnudarse, volví a casa. Acallé mi tristeza, mi desolación, mi angustia. Mi caprichoso destino, ese que siempre hace que se escape el amor de mi bolsillo, volvió a hacer de las suyas; volver de revés la faltriquera de los sentimientos desparramándolos por el suelo.

No diré que fue así, así, pero casi.

Acerca de elcorazondelmar

Como siempre enamorada de imposibles.
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12 respuestas a Un agujero en el bolsillo

  1. mariana dijo:

    que lindo es tener la oportunidad de disfrutar de ése bellísimo lugar…..y cuando ocurra el milagro de ver llegar al amor, juntos van a lograr tocar el cielo con las manos.

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  2. antoncaes dijo:

    El tiempo es lo que tiene que juega con nosotros como quiere y cuando quiere, pero el volverá por que siempre acaba volviendo aunque a veces lo retenga y lo escolten entre nubes grises. Besos.

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  3. Pingback: No hay dos sin tres. Premios. | Junior

  4. Enigmático y críptico.
    Vendrá, aunque se oculte de tanto en tanto en un lugar como el levante llega siempre 🙂
    Yo también veo el mar desde mi terraza, me hizo gracia leerlo, también tengo la playa a pocos pasos y me considero muy afortunada de vivir en el Levante 🙂

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    • Somos privilegiadas pues en muchas cosas, conozco bien el Levante español, he tenido familia viviendo allí, lástima que muchas cosas se nos escapen sin que podamos evitarlo y a mi lo de la ley de vida me reconforta…relativamente. Gracias de nuevo sé que has leído entre líneas. Buen día.

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